viernes, 18 de enero de 2013

miércoles, 16 de enero de 2013

A mis compañeros:

Tenemos un largo camino por delante. No será fácil, de todas formas nadie nos lo prometió. Encontraremos piedras, piedras tan grandes que en ocasiones parecerán montañas. No podemos dejar que nos venza la desesperanza, que se nos agote la ilusión. Pero sobre todo, vamos a respetarnos los unos a los otros, no nos pongamos más piedras de las que nos pone la vida. Que a fin de cuentas todos andamos en lo mismo, todos deseamos vibrar con nuestros personajes, no parar de crear, de trabajar en lo alto de un escenario o en una esquinita de un bar café-teatro... El amor a nuestra profesión siempre estará por encima de todo, siempre será intacto.

Juramento hipocrático del actor.

Juro amar mi profesión todos los días de mi vida, aún cuando no me queden fuerzas para hacerlo, aunque el deseo de abandonar sea fuerte. Juro dar todo de mí siempre que me lo requiera un escenario. Respetaré a mis compañeros de profesión, sea cual sea el trabajo que realicen, y admiraré su esfuerzo y dedicación, aprenderé siempre de ellos. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. Admiraré en silencio la belleza de la magia que se crea con el público, esa conexión que no podemos llegar a entender, porque está más allá de nosotros, más allá de nuestros ojos, de todo entendimiento humano. Hago éstas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.